martes, mayo 09, 2006

Sanando

El alma ya no gime, está adolorida aún, pero ya no gime...
Cuando más terriblemente sola me sentí, cuando ya no lograba ver luz alguna, aparecieron seres a mi alrededor que se acercaron a mi a pesar de la negrura que de mi emanaba, que no tuvieron miedo de mi reacción, que sólo quisieron estar a mi lado, no dándome consejos pues yo no podía oírlos, sin esperar de mi algo, sólo ahí para que yo los sintiera, para que supiera que a pesar de sentirme tan vacía, de sentirme nada, ellos veían más allá, algo que para mi aún es un misterio, pero que me ayudó a levantarme a sacudir ese cansancio que me estaba carcomiendo.
Así que , aunque el camino sea arduo, aunque tenga mis recaídas, volveré a levantarme así lo deba hacer una y otra vez. Esta vez no será sólo por mi, si no también por todas aquellas personas que me quieren, me aprecian y de quienes estoy agradecida, pues han hecho que mi alma , a pesar de estar adolorida, vuelva a sonreir.