Morfeo (dios de los sueños)
Algo bueno de tener malas relaciones con Morfeo son las veces que una pasa en vela escuchando la noche, los suspiros del viento. ¿No es agradable, acaso, no escuchar el timbre del teléfono, las voces estridentes, el traqueteo de la gente? , son estas las horas que más disfruto del día, lejos del bullicio, lejos del teléfono (pucha que detesto ese aparato), alejada, momentáneamente, de las responsabilidades.... sólo la noche y yo. Son esos momentos en que, acostada en mi cama, me pongo a divagar... Hay días en que esas divagaciones son pesimistas, pero existen otros en que me pongo a soñar despierta.. arreglando el mundo, ideando locos planes, imaginando esto y aquello, sonriendo de mis locuras, pero sintiéndome más viva que nunca... sintiéndome, pues el resto del día estoy de allá para acá, tratando de que el trabajo funcione, sonriendo a pesar del cansancio, solucionando problemas, en fin, inmersa en esa parte de mi mundo que es el trabajo. No crean que no me gusta trabajar, al contrario, me encanta, pues me hace sentir útil, pero ... ¿cómo explicarlo?, ahí soy otra, no puedo darme el tiempo de ponerme a soñar despierta... si lo hago, lo más probable es que el teléfono suene (¿ahora entienden por qué lo detesto?) u otra cosa me aterrice rápidamente. En cambio, a estas horas, soy más yo que nunca, es el tiempo del día en que aprendo a conocerme, a ver las distintas fasetas de mi, asombrándome de algunas y detestándome de otras.
Que Morfeo no me visite ya no es un drama, sus ausencias sirven para encontrarme a mi misma, en vez de estar mirando el techo o contando miles de ovejas, me siento y de a poquito comienzo a quererme.
Que Morfeo no me visite ya no es un drama, sus ausencias sirven para encontrarme a mi misma, en vez de estar mirando el techo o contando miles de ovejas, me siento y de a poquito comienzo a quererme.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home