Dejándome querer

Y lo logré ... al final no fue tan terrible o quizás ya no me lo parece tanto.

Todos asombrados de que esté tan bien y la más asombrada soy yo, la cara sólo levemente inflamada, no he sentido dolor. Todas las buenas vibras que me enviaron ese día dieron un excelente resultado.

Los primeros días me sentía cansada, poco a poco se va pasando esa sensación.

Algo sí cambió en mi durante estos días, la sensación de soledad que a veces aparecía ya no está. Es que fue tanta la gente que me llamó, que de una u otra forma se quiso enterar de cómo me había ido, que es prácticamente imposible sentir soledad. Sería una estúpida si no notara todo el cariño que me ha llegado estos días, quizás antes era una estúpida y no lo notaba, pero ahora es tan fuerte, tan palpable y me siento tan feliz , tan asombrosamente feliz.

Una cosa es que a una le digan que la estiman o la quieren , pero el sentirlo, el verdaderamente sentirlo es algo difícil de explicar. Hay momentos en que me siento abrumada de tanto cariño que recibo. Para alguien como yo que se hace la fuerte, la independiente, la que generalmente es la que apoya es una sensación extraña encontrarse en otra posición, pero ya no lucho por hacerme la fuerte, por darme aires de valentía, ya no rechazo ese cariño, al contrario... me dejo querer y así aprendo a quererme un poco más.